En tiempos de excesiva información suministrada por los medios de comunicación, resulta difícil analizar de manera crítica cualquier tipo de contenido que no lleve en sí una ideología, un grado de manipulación en beneficio del interés particular de quien la suministra (como, por ejemplo, la ideología del capital financiero). Esto prácticamente anula la construcción del pensamiento crítico y atenta contra la posibilidad de interpretar nuestro propio mundo.

Ya lo decía el filósofo John Dewey “(…) Una sociedad libre debe producir personas libres”. Es decir, cada persona debería tener garantizado el acceso al conocimiento, tener la capacidad de elegir qué consume y saber discernir la información.

¿Pero de qué manera una sociedad llega a lograr eso?

Podríamos proponer que no exista más la concentración de medios de comunicación, pero parece una tarea titánica esto porque el poder económico concentrado no lo permitiría.

También podríamos insistir en que se enseñe desde niños, en los grados primarios de las escuelas, una pedagogía crítica o pedagogía de la liberación.

Pero más allá de estas propuestas de transformación estructural y cultural queremos ofrecer un espacio en el que logremos pensar y analizar juntos todo tipo de información para ir construyendo ese pensamiento crítico que nos llevará a ser una sociedad más libre.



Pensamiento crítico

En tiempos de excesiva información suministrada por los medios de comunicación, resulta difícil analizar de manera crítica cualquier tipo de contenido que no lleve en sí una ideología, un grado de manipulación en beneficio del interés particular de quien la suministra (como, por ejemplo, la ideología del capital financiero). Esto prácticamente anula la construcción del pensamiento crítico y atenta contra la posibilidad de interpretar nuestro propio mundo.

Ya lo decía el filósofo John Dewey “(…) Una sociedad libre debe producir personas libres”. Es decir, cada persona debería tener garantizado el acceso al conocimiento, tener la capacidad de elegir qué consume y saber discernir la información.

¿Pero de qué manera una sociedad llega a lograr eso?

Podríamos proponer que no exista más la concentración de medios de comunicación, pero parece una tarea titánica esto porque el poder económico concentrado no lo permitiría.

También podríamos insistir en que se enseñe desde niños, en los grados primarios de las escuelas, una pedagogía crítica o pedagogía de la liberación.

Pero más allá de estas propuestas de transformación estructural y cultural queremos ofrecer un espacio en el que logremos pensar y analizar juntos todo tipo de información para ir construyendo ese pensamiento crítico que nos llevará a ser una sociedad más libre.